miércoles, 13 de octubre de 2010

"Nunca Encontrarás Amor En Barranco"

Supongo que este año ha sido elegido por el Cosmos, y por mi propio Universo, como el año indicado para las jodas amorosas tanto de amistades mías como de personas ajenas se trata. Está bien, soy una persona que le encanta escuchar y supongo que mi nivel de paciencia llega a veces a porcentajes catastróficos sin tener algún tipo de ataque o reacción alguna, asi que digamos que algunos amigos tienen la "tendencia" a acudir hacia mí cuando ha ocurrido algún problema. He perdido la cuenta, sinceramente la he perdido, aunque también influye bastante que el ser distraído ocupa gran parte de mi personalidad, pero no puedo hacer nada al respecto. Y muchos lo saben.

Les podría comentar un caso en específico, y no sé si deba mencionar nombres, pero digamos que un aura de respeto me cubre misma cobija literaria, asi que inventaré algunos y jugaré con otros, asi todos salimos ganando -si es que se gana algo en todo esto- al final.

Podría empezar con Lorena, amiga de aquellas que hacen distinguir su presencia desde el quinto piso de la facultad y yo escondido en las profundidades de la rotonda, cuyo parecido a una cueva en alguna isla del rur limeño no sería del todo descabellado.

Lo que ocurre con ella es que tiene la mala costumbre de hacerse un mundo por el problema más pequeño que aparece en su animosa vida. No entiendo y nunca lo entenderé, pero creo que le gusta vivir así. Supongo que lo podría etiquetar como cierto "fetiche", pero no creo que sea para tanto. Sin rodeos, iré al grano. Todo comenzó a las 11:25 am. un jueves, yo saliendo de una clase un tanto aburrida, decidí salir del edificio de la facultad hacia la rotonda -mi lugar favorito- y fumarme un cigarro mientras veo a una muchedumbre corriendo por un lado, otros caminando como si la paciencia fuese un regalo divino en estas épocas.

Lorena se me acerca con mucha rapidez de la nada y me dice que necesita hablar conmigo urgente. Obviamente lo primero que se me vino a la cabeza era "me agarraron de Dr. Corazón de nuevo", mientras pongo mi clásica cara de pocos amigos. Me agarra el brazo con mucha fuerza y hace desaparecer mi cigarro. Me hace sentar en una banca y su rostro no era para bromear, asi que me dediqué a escucharla.

-No sabes lo que ha pasado.
-Ten por seguro que no lo sé.
-Harumi está molesta conmigo. Se enteró de todo, no lo puedo creer. Creía que Antonio no iba a mencionar ninguna palabra. Por la puta madre, lo odio. Se cagó conmigo.
-Primero tienes que decirme qué ha ocurrido para ayudarte.
-Antonio es un amigo mío, que por cosas del destino es el ex-enamorado de Harumi de hace más de cuatro años. Estamos saliendo desde hace dos semanas y puedo decirte que es uno de los chicos más divertidos y sutiles que haya conocido en mi vida.
-Ok, supongo que el problema acá es que es el ex de Harumi, no?
-Sí, tú sabes, es una de mis mejores amigas de la universidad. Pero me ha estado evitando hasta en el Taller, no quiere hablar conmigo. Sus celos están cagando nuestra amistad.
-Pero vamos al hecho de que es su ex de hace más de cuatro años. No tiene sentido actuar de esa manera, a menos que aún sienta algo por él, cosa que a mi parecer debe ser la razón. Si tanto te jode, entonces habla con ella. Sencillo, no te parece?
-Lo sé, pero ahora Antonio me mandó una indirecta. Quiere que sea su novia, pero no puedo decirle sí hasta que sienta que es el momento indicado.
-¿Y cuándo es el momento indicado para ti? No trates de crear un melodrama de todo esto. Dime algo, lo conoces bien?
-Sí.
-¿Te gusta?
-Ya te dije que sí.
-Ahí tienes tu respuesta entonces. No te engañes, tapar el sol con un dedo es imposible, asi que si sientes que es lo correcto, hazlo. Harumi actua de esa manera por meros celos. Pero habla con ella primero y dile las cosas como son, estoy seguro de que entenderá. Si vamos al caso de que ella aún siente algo por él, entonces dile que haga lo que sienta, que se saque de su sistema. No dejes que algo como eso arruine tu amistad con ella. Esto tampoco es como para cagarse y morir, asi que creo que harás lo correcto.

Ja, lo correcto. ¿Qué es lo correcto? Ni siquiera yo puedo creerme esas palabras. Todo ese tema maldito que ronda en mi cabeza hace que me ponga a pensar en otras, en mi situación, en mi disposición a una relación. Espero no volver a escuchar una historia así en un buen tiempo, ya que ahora lo veo todo con cierto pesimismo y amargura. Veo el cielo y sol desapareció por completo. Siento que el clima escuchó mis alaridos de baja calibre y me hizo el favor de darme algo de oscuridad a este ambiente tan denso como el de mis palabras en este preciso momento.

Mientras camino las últimas dos cuadras para llegar a mi casa, aún puedo ver en mi mente cómo Lorena me fulmina con una mirada tan fría como aquella tarde donde desapareció el sol. Después no paré de odiar ese día con todo mi ser. Me hacía pensar demasiado, interconectaba una razón con otra y mi cabeza era un bombardeo masivo de historias y hechos del pasado que me carcomían hasta caer en cierta desesperación que sólo podía borrarla con alcohol, cigarros y una que otra canción. No entendía nada, no entendía el por qué me sentía así, tan angustiado y molesto. Posiblemente me tomé de a pecho su situación, quién sabe. Ahora sólo me importa el terminar de ver el techo de mi cuarto y descansar, posiblemente en mis sueños meditar.

(...)

No hay comentarios: