domingo, 28 de febrero de 2010

Marcha por la paz

Yo pensaba que iba a ser algo así:






Pero terminó siendo algo como esto:





Domingo 28 de Febrero, año 2010.
Hora: 6:00 pm.

La marcha por "La Paz y No A La Censura Del Arte" cuyo trayecto fue del Parque del Amor hasta el Parque María Reiche, en Miraflores, salió mejor de lo que esperaba.
Saludos a todos lo que asistieron y demostraron que no se necesita boicoteos violentos ni armar embrollos ajenos hacia los espacios públicos, demostrando su interés por el arte y la música en los mismos, la libre expresión, entre otras cosas, sin destruir las calles o molestar a las personas.

Hubo bailes, música a base de tambores, cajones, maracas, panderetas, y otros instrumentos mayormente de nuestra cultura. Gentes de todas las edades, desde niños de 5 años bailando y moviéndose al ritmo de la música con sus madres cuidándolos, hasta señores de los 50 a 60 años caminando tranquilamente al son de los cánticos de la marcha. Definitivamente, un acto memorable, tanto por su organización como por las mismas personas en no crear destrozo alguno.

Paz para todos, y que las municipalidades caigan en consciencia acerca de este acto.

domingo, 21 de febrero de 2010

"Un hombre enterrado en su trinchera" 1943

-He sido enterrado. Escuché un estruendo fortísimo, mismo 4 de Julio, y luego todo se puso negro, negro como color de mis pupilas. Ahora sólo veo cosas. Puedo respirar, pero sé que no por mucho. Puedo mover mis dedos, pero a penas. Mis ojos me duelen, si los abro mucho me duelen. No puedo creer que esté enterrado por una explosión, pero parece que no hay mucha profundidad porque sigo con vida. No sé qué puedo hacer...no se me ocurre nada. Sólo retraigo de mi mente la explosión. ¿Qué hago?
...
Extraño a mi familia. ¿Dónde están los de mi grupo? Ellos deberían estar buscándome. La nieve debe estar muy densa. Grito, pero siento que nadie me escucha. No puedo gritar mucho, o se me irá el aire muy rápido. No puedo concentrarme. Trato de calmarme, siento que me calmo. Pero...no es por la tranquilidad, sino por la falta de oxígeno. Es tranquilo esto, ya no veo la tierra que se escurre por mis ojos, ahora todo se vuelve oscuro...muy oscuro...y tranquilo.

-Entran dos cabos, ellos habían escuchado unos gritos saliendo de un hueco a medio tapar y un arbol pequeño tapándolo.

"¿Hay alguien acá no?"
"Sí...estoy muy seguro, el bombardeo ha caído por esta zona...no hay sobrevivientes, pero aquí si se escucha a alguien con vida"
"Pero yo no escucho nada"
"...Debe estar quedando inconsciente. ¡Apresúrate en excavar!"
"Está bien"

-Al termino de la excavación y los dos cabos exhaustos por la exigencia, encontraron el cuerpo de un teniente. Estaba pálido, pero decidieron resucitarlo con RCP (resurrección cardio-pulmonar). Despertó y empezó a toser por la asfixia.

"¡Respira! ¡Está vivo! ¡Mira, Heinz!"
"Sí, hicimos bien en venir a tiempo"
"¿Se encontrará bien ahora?"
"Debemos llevarlo urgente a la enfermería al norte, en Dresde"
"¡Eso está a 30 km. de distancia, y con esta nieve, morirá!"
"Hay un jeep solitario a unos metros de acá, era del sargento Knöppler, pero vi su cuerpo y está muerto"
"Entonces vamos"

Desventuras

La aventura es corta.

La desventura es amarga.

La aventura es sorpresa.

La desventura es larga.

La aventura inspira a llegar a más.

La desventura no.

Mi vida en un principio era una desventura, una amargura, era larga y sin llegar a más. Lo increíble ocurrió después.

Ahora hiciste tú de mi vida una aventura, ahora sé que es corta,
sé que hay sorpresas. Sé que esto terminará, pero terminará bien. No puedo pedir más. Sólo arriba se decide el papeleo burocrático de mi vida. Y abajo es un lugar donde no quiero estar.

sábado, 20 de febrero de 2010

El Acabado

El silencio lo dice todo, es elocuente y directo.
Que las palabras sean débiles y se las lleve el viento .
Viento indefinido pero conciso a la par con la brillantez de la luna.
Fatídico día el que me dijiste que vendrías.
Vi tus manos vacías, no vales nada, como tus manos,
llenas de nada.
Habla mi corazón por altavoz, no lo soporta.
Que mil llamas ardan de adentro hacia afuera.
Que la senda sea infame para mi realidad.
Que tus ojos mueran al mismo instante del adiós.
Escuchar el sonido de tus zapatos, tronando el piso de madera,
acercándose a mi puerta,
me es feliz, glorioso sea el día que te fuiste.
Mi felicidad está a la vuelta de la esquina, al igual que mi muerte.