domingo, 31 de octubre de 2010

(Es lo mismo, siempre)

La jauría extremista se apodera de nuestro arte,
sus pasos resonantes y de gratificación infernal
vendrán por ti, ya sabes, lo que más sabes hacer
caer, verte sufrir y morir.

Necesito tiempo, Creador, dame la noción esencial del tiempo
te lo pido, pues mi arte es carente de exitencia propia
aquellas manos invisibles no parten del hemisferio opuesto
sino del alma que me llena cuando hago lo que me gusta.

Las calles trágicas ahora son tierras grises de mi amor muerto
y las manos ahora son los pies de la realidad,
nuestra mente decadente ahora sabe la verdad,
quién no desea la muerte después de cometer el pecado de haber amado.

Ahora que caigo y sigo cayendo, veo y sufro pero no temo,
el temor me envolverá en su sábana de tierna sangre opaca
y en menos de un segundo, pensaré como todo el mundo,
cuando yo no soy todo el mundo, sino el mundo soy yo.

Termino en mi destino, el cerrojo de oro se expande formando una silueta
cuya profundidad me encrispaba de nervios
sólo la mano podía extender, y conocer la nada me intrigaba a caminar.
La espera es corta luego de ver los rostros de mis padres, luego llorar.

Ver el viaje de mi vida, nadar entre estrellas, el coctel animoso
me hace sonreir, el nadar me hace sentir el vivir
y así llego al final, cabe mencionar lo trágico que me tocó mirar
mi cuerpo hechado, crucificado, muerto pero no sepultado.

Así pude ver mis años de caminar, reir y siempre llorar
caminé y conocí, mencioné pero nunca pensé
los años del organismo vivo hecho carne, luego pasó la historia llegó a pasar.
Caminé, pero la meta nunca la llegué a trazar.

"Nunca Encontrarás Amor En Barranco"

(...) Lo que uno a veces no puede entender es el cómo influye las emergentes juergas barranquinas en nuestra vida social, sobre todo en un aspecto más lúgubre y carente de sentido, como el de encontrar amor en ese distrito, a partir de las 11 p.m., que es la hora donde todo empieza, desde el título de esta novela. También el remarcar que Alberto empezó de la misma manera, buscando el amor de su vida en los bares y discotecas más recurrentes de Barranco. Es sencillo, sobre todo si es que relato el inicio de todo esto, hace unos 5 años.

Alberto, con 18 años y 3 meses, justo había terminado el colegio. Claro, no es necesario denotar su casa de estudios porque no interesa en estos momentos, pero vale mencionar que eso le da cierto “estatus” a lo que vendría a ser su propia vida social, su mera burbuja. Tanto él como sus amistades usaban sus fines de semana para libar, escuchar rock en los bares, y si les daba cabeza después de tanto alcohol, buscar mujeres tan fáciles como ellos en cualquier estado mental. Es así como inicia todo este relato.

Alberto y su mejor amigo, Luis, ambos del Carmelitas, colegio elitista a más no poder, sorprendían el ver cómo juntaban sus monedas para establecer un presupuesto de diversión juvenil moderna limeña y para nada aburrida. Los cigarros, las cervezas, la movilidad, todo eso era meticulosamente analizado por ambos hasta llegar al punto de hacer una lista intangible, por no decir itinerario, de cosas por hacer al momento de llegar a Barranco. Los padres nunca fueron un problema para ellos. Alberto no habla con su padre desde hace más de 10 años, pobre la madre, odio cuando la veo así, preocupada hasta altas horas de la noche preguntando por su hijo, pero no se toma la molestia de llamarlo para no joder su libertinaje, claro está. En el caso de Luis, la cosa es un poco distinta. Sus padres no son separados, pero digamos que ellos no tienen las energías como para estar pendientes de las travesuras de su propio hijo, único para concha. El consentimiento resurge como un géiser en esa casa, ambos trabajan duro para darle lo mejor a Luis, único hijo. Creo que eso ocurre en la mayoría de casos, en mi opinión. Pero, ahora que los veo bien a ellos, refiriéndome a sus padres, creo que esto se debe a la poca atención que le tienen a él, sacando de lado los caprichos, entre otras cosas. He ahí supongo que aparece el entendimiento que tanto Alberto se tiene con Luis en ese aspecto, el sentirse lo suficientemente libres como para hacer lo que quieran, y conseguirlo, siempre.

Luis termina siendo el más romántico y Alberto el más directo. Son una mezcla para la nómina exclusiva del llamado gilero que todos los jóvenes de ahora conocemos, sobre todo para las chicas, al parecer. Pero qué más pueden pretender unos jóvenes de 18 años de edad, precoces en todo sentido, energizados por la diversión que da el alcohol a sus mentes y el buen rock. Aunque, claro, su amistad proviene de muchos años atrás, con la inocencia empedernida e inmaculada, los juegos y las chicas eran y son polos distintos para ellos, en este momento. La vida es muy corta como para estar pensando en banalidades, no es necesario para ellos ver la seriedad de la vida, sobre todo si es que hablamos de un sentimiento como el amor. Por ahora.
(...)

lunes, 25 de octubre de 2010

(Tragedia)

Mi chica tragedia es mi chica mortal,
desde las oraciones más cortas, infieles
como las cartas de mi razón, siempre sutiles.
Qué puedo esperar sino la luz del tunel al final.

Mi chica tragedia prefiere caminar y no volar,
pues lo mundano abarca su proyección desde el inicio
hasta el final.
Qué más puedo pedir sino la preferencia astral, por mi tristeza infernal.

Mi chica tragedia no es de oído a mano y pensar,
cabe la duda de la profundidad de sus ojos al querer nadar
yo, sumergirme en sus pupilas y preguntar.
Qué más puedo preguntar si la última frase no fue más que un balazo terminal.

Odio que mis dedos se muevan al son de su libertad,
prefiero volar y no caminar
si es que la respuesta
en el cielo, debe estar.

jueves, 21 de octubre de 2010

Sueñen entre dos, fácil comparten algo



My Morning Jacket - Rollin' Back



Roxy Music - Avalon



Radiohead - Bodysnatchers

- Hagan esto:
1° Pónganse sus audífonos
2° Si quieren, pueden cerrar los ojos
3° De nada

"Nunca Encontrarás Amor En Barranco"

(...) Ella tenía puesto una gabardina color verde oscuro, muy al estilo europeo "hipster" que se puede ver tanto por estos lares de la Lima moderna romántica. Al salir de su casa no pensaba en otra cosa más que en su hombre, él echado en la cama de ella, durmiendo cual animal disfrutando del ambiente vertiginoso de las sabanas africanas. Pensaba en la gratificante noche que tuvieron juntos, sin roce alguno, sólo miradas y risas, juventud explotada por sentimientos que no llegaron al coito primitivo y fundamental en cualquier relación. No, ellos no. Ellos son distintos, pues se entienden mutuamente. La simbiosis creada entre sus auras putrefactas de amor incondicional hace que su relación funcione de una manera se podría decir, algo interesante. Sí, esas ideas van por su cabeza mientras camina por la vereda rumbo a su tienda favorita de discos. Ella sabe lo que le gusta a él, lo conoce tan bien que no puede fallar en esta ocasión de poder sorprenderlo. Le añade su toque alpinchista al simplemente coger el disco, ponerlo en su cartera, y caminar como si estuviese en el parque más tranquilo de la zona miraflorina donde ella vive cómodamente.

Al caer en la intersección de Benavides con Tarata, decide sacar el disco de su cartera para ver que no hubo error alguno en su hurto juvenil. Pues vio que sí, su acto fue tan celérico que cogió el disco equivocado, era de un grupo Indie Pop esos que tanto suenan allá en la lejana Inglaterra, las nuevas prostitutas del rock genérico moderno que sólo saben venir e irse, así de simple y rápido, tal como suena.

Terminó destrozada y cansada por el viaje, pues equivocarse no estaba en su guión. Pobre de ella, se nota que sufre por querer impresionarlo. Bueno, no es de menos esperar algo así viniendo de alguien cuyo amor no es tan fácil de dominar hacia su pequeño caballero de espada dominante y mirada fulminante.

Al llegar a la casa, triste y afligida, no tuvo otra opción que sacarse la gabardina, tirar sus zapatos de gamuza con taco alto, entre otras huevadas dignas de una mujer parisina, para después tirarse en su cama y abrazar a su hombre. El estruendo creado por el colchón despierta al pobre mancebo, con un mechón de su largo pelo metido en su boca.

- ¿Qué pasó? ¿Qué hora es?
- Son las 11:43 de la mañana, exactamente.
- Veo que llegas de la calle, tus labios están pintados.
- Lo sé, salí a comprar un disco, quería complacerte por lo de ayer. Fue genial, tan tranquilo pero divertido, que siento que lo que hacemos no hace ninguna otra pareja. Somos más que el tejido creado por el lunar más diminuto e insignificante de todo esta constelación estelar. Es por eso que te compré este disco.
- Vaya, salió tu poeta interior. Eso no lo sabía, eres bien elocuente a veces con tus palabras. No sólo tu rostro parece ser fino, después de todo.
- Jajaja, son huevadas, pues así es, no me conoces por completo. Bueno, saquémonos el clavo, nunca nos podremos conocer al cien por ciento. Es demasiado utópico pensar algo así, no está en nuestra naturaleza, el factor sorpresa siempre rige nuestras vidas hasta tener lo último que nos queda por conocer en la palma de nuestra mano.
- Eres inteligente.
- Sólo me gusta ver el sentido común a las cosas. Eso es todo.
- ¿No me dijiste que tenías un disco para mí?
- Sí. Este de Grizzly Bear. Me parece que es muy bueno. Algo me lo dice.
- Wow. No sabes cuánto me gusta este grupo. No sabía que ya habían lanzado un nuevo disco, me sorprendiste. Jaja, en serio, no puedo creerlo. Me encanta. Gracias.


Luego del beso de agradecimiento por parte del iluso compañero, ella no supo cómo reaccionar ante su sorpresa por el aquel desconocido gusto que tenía por ese género musical, bien ella pensando en un prinicipio que lo detestaría desde el inicio. Su rostro cambió por completo luego de aquel "gracias", debieron verlo, era como para reírse. Fue tan clásico pero predecible, pues, esto fue el mero ejemplo de cómo uno no puede conocer por completo a alguien. A Lucía no le quedó otra que sonreir a la par con Alberto, mientras ella se aproximaba a la cocina para cocinarle un desayuno y tratar de saber más de él, claro, solapando el honesto error que cometió hace casi una hora.
(...)

miércoles, 20 de octubre de 2010

Notas: VII (Final)

Se alza el cielo de puro tormento e injusticias,
como el último viaje al centro del Sol.
Caí en el estanque oscuro creado por Caos,
la problemática usual de mis palabras.

Mi facilidad de romper barreras ajenas, lo he vivido
y asumo mi responsabilidad. Fue mi culpa.
Abrí la puerta desconocida y recibí un destello
mismo fragmento condenado a no querer escuchar más.

Que las tertulias, las palabras, las oraciones
del maldito creador, vengativo pensador
las vastas llanuras envueltas en llamas por tu traición.
La piedad no recurre como la sangre por en las venas.

Sólo emano energías para recibir mis alas,
rezo para que pesen como el plomo, agraciadas
del color más tenue posible y sólo alcanzar
la mañana siguiente por vivir, por condena infinita.

¿La vida misma qué me ha enseñado?
Son pocos los años que tengo para aclarar las dudas,
prefiero alzar la mano y coger no el cielo, sino la verdad.
Pues la verdad quemará como el infinito del alma.

lunes, 18 de octubre de 2010

"Un Mundo Para Ellos"

Esta supuesta carta -bien puedo declararme culpable de darle esta etiqueta- la escribió una chica que encontró esa "comodidad" especial, esa comodidad que uno puede buscar por mucho tiempo, de maneras casi innombrables e incalculables. No sería exagerar el denotar que hasta casi toda una vida para ciertas personas. No todos somos iguales, esa es la cruda verdad, pero, esa es la gracia de nacer y vivir, supongo. No es que haya cierto énfasis en crear un melodrama, pero a veces este tipo de cosas llegan a ganar un sentido desde la manera más melancólica y triste posible, lo duro de ver la realidad cuesta caro a veces. Ella nos indica que él sirve como una estabilidad en su ser, la comodidad, pero sin dejar de lado el verdadero enamoramiento que posiblemente surga en otro tiempo, el no descartar nada en esta vida. Supongo que todos llegamos a pensar en algo así durante ciertos periodos de nuestra vida. He aquí el texto:

Hay algunas piezas que encajan perfectamente sólo cuando estamos cerca. Pero no te lo digo. Así como nunca te digo lo que siento.
Tus ojos. Me gustan tus ojos. Cada rasgo de tu cara. Los mismos ojos hoy y ojalá que los mismos mañana. No serían demasiado sin tu mirada. Qué intrigante. ¿La mirada será parte del físico o parte del alma? Siento cosas que no puedo describir (toma en cuenta que no me gustan las palabras vacías), pero puedo explicarte lo que se siente y pedir silenciosamente que no pienses que intento excusar mis puntos en contra.
Estoy echada a tu costado y no te miro. Entonces no puedo imaginar una felicidad más grande para este momento. Una felicidad más grande que tener tu cuerpo cerca, refiriéndome no sólo a las partes sobreentendidas, sino a lo que representas. Un hombre lleno de ideas, de experiencias, de habilidades. Nada más feliz que un momento sin interrupciones, aunque suela sentir que en este mundo no puede haber un lugar para el amor que no sea interrumpido. Y la felicidad no se trata de sonreír todo el tiempo. No para mí. La felicidad es tranquilidad, estabilidad, paz interna. Pero debo decirte que no estoy acostumbrada. Y no es por falta de otros sino por lo que tú eres. Pon énfasis en “tú eres”. De hecho, me interesaría poco si no se tratara de ti. No te tengo miedo pero le temo a la manera tan irracional con la que sé puedo llegar a quererte. Es agobiante. Va más allá de lo que puedo comprender, por eso callo. Por eso puedo comportarme de maneras que yo misma reconocería como nada motivantes. Y luego sorprenderme por tu paciencia. Y temer que se acabe de repente.
Me preguntaste si creía en Dios. Creo en Él más de lo que piensas. Sería difícil entenderlo si me conocieras más. Soy una persona de hechos, de soledad. Es una contradicción. No quiero ser afectada por alguien que no sea Él. Sin embargo, al mismo tiempo pienso en mi futuro y en lo triste que resultará si mi estado aumenta con los años. Ese estado que va progresando y que lamentablemente me agrada. Me gusta estar sola. Corrección: me gusta demasiado estar sola. Pero qué feo, ¿no? Quedarse solo. Sé que probablemente me siga gustando pero no estoy segura de cuánto durará porque sé que ningún ser humano puede desinteresarse de otros. Personas como tú me hacen reflexionar. Sigo echada y pienso en lo irresistible que sería que alguien pudiera afectarme. Por ese instante me deja de gustar la idea de estar cerca. Hasta que tengo que aceptar que quiero estarlo. Suelo desearlo. Aunque tengas todo lo que necesitas para dañarme si algún día quieres hacerlo. No digo que vaya a pasar, pero de todas maneras. Rayos. Qué estresante que no pueda quedarme satisfecha. Como si las palabras que en poemas suenan exageradas hicieran que en una prosa vaga mis sentimientos disminuyeran en significado. El idioma los vuelve limitantes.
Me desvié. Abarco mucho en lo que debería quedarse en un párrafo de 4 líneas. Pediré entonces mi primera disculpa por poner nuestra situación en un asqueroso análisis acerca de lo que podrías ser. Sobre todo porque me agradas. La segunda disculpa es más para mí que para ti. Estoy en mi cama, me pongo los audífonos y creo una nube retrospectiva acerca de todo lo que dije e hice el último día sabiendo que podía desagradarte. Peor aún, recuerdo todo lo que pude decirte porque de verdad lo sentía, empezando por un “eres genial, podría escuchar siempre tu voz y tu música y me interesan infinitamente tus explicaciones y aunque nunca lo haga quiero abrazarte y besarte y tocarte y dejar de fingir que cada uno de tus movimientos me es indiferente y aclarar que lo que hago lo hago por una desesperación que no se trata de mí sino de ti porque considero que eres el indicado y no sé si vaya a encontrar a alguien que me haga sentir la misma comodidad y las mismas sensaciones, alguien que me toque de la misma manera; quizás algún día me enamore de otro pero eso no implica lo demás” y terminando en “mis contradicciones sólo pueden quedar en segundo plano por ti”. ¿Qué más podría hacer? Decírtelo en la cara, tal vez. Pero probablemente te incomode. Ese día sentí por primera vez que lo que puedo decir no es suficiente.
Creía que la única manera de ser incongruente con uno mismo era la hipocresía. Para salvarme. Para tener la convicción de actuar al ritmo de mi cabeza. Pero no, supongo que tan malo como ser hipócrita es dejar desde los pequeños detalles hasta las grandes ideologías solamente en las neuronas.
Dame tiempo para dejar de ser hipócrita. Me gustaría que pudieras leer esa parte de mi cabeza que esconde mi esencia para que así puedas saber que lo que me reprime es el miedo y no mi verdadera forma de sentir. Mi comportamiento no es un reflejo de lo que siento. Es un instinto. Una impulsividad ocasionada por el miedo a la vulnerabilidad.


Le pedí permiso para poder publicar esto en mi blog, ya que me gustó mucho la estructura no intencionada de la "carta", y quién sabe? Posiblemente el mensaje que nos da todo esto al final.

(Es ésta la nueva puerta)

Está en mi sangre el querer ver el cielo
la inocencia de un niño, las ganas de tenerlo
cogerlo y sentir las nuevas brisas
de la mañana iluminada brillosa, y sonrisas.

Es la nueva ola de años perdidos y reencontrados,
como la nueva oportunidad que uno mucho reclama
pero nada a la par consigue. Sólo melancolía.
Ella lo remarca, pensé en conseguirla.

Es tan dificil como coger el cielo, sólo sirven
alzar los brazos y aullar oraciones y celebrar las penas.
Pero la mañana es nueva, el primer pestañeo del nuevo nacer,
y la sangre en mi cuerpo, otra sangre corre por mis venas.

Seré el obrero de mi propio pavimento,
las líneas serán acogidas por el tiempo nuevo en mi haber.
El querer, vivir, triunfar
vale la pena siempre girar, y no tentar de nuevo
en querer coger cielo, el sentimiento de querer abrazar.
Sólo pienso y luego camino, tropiezo para vivir de verdad.

domingo, 17 de octubre de 2010

Canción para mi nueva vida # 1 y 15



Deerhunter - Desire Lines

Ella Perdió El Control



Literalmente...

sábado, 16 de octubre de 2010

Extra: I

No es novedad, nunca lo es, el tratar de conocer los límites y las debilidades clásicas del ser humano cuando se aparece una situación intensamente dificultosa y hasta cierto punto, hiriente, tanto para uno como para el otro. Es clásico caer en la clásica trampa de oso, el óxido envenena nuestra alma. El caer y no poder hacer nada al respecto, ya que safarse del metal intangible no es algo que cualquiera pueda hacer, y si llegas a liberarte, ya no es lo mismo todo. Terminaste herido, esa es la verdad.

Bien caminaste y te guiaste por la primera luz blanca que viste, también te percataste de aquellas trampas mortales, ciertamente tentadoras, porque la curiosidad activa sustancias en nuestro organismo que nos incita a caer en la tentación, en lo supuestamente malo e hiriente, a la mierda con las consecuencias.
¿Cuáles consecuencias? ¡Bien supiste desde un principio que al crear el fuego, caíste en la responsabilidad de herir o ser herido, el jugar con eso, tu destino!

No puedes caminar igual que antes, tu pierna no está como antes, ya nada será como antes. Tu cabeza quiso ser piedra, y en piedra se convirtió. Buscaste al Diablo y encontraste dos.

A lo mejor la solución está cuando cierras los ojos, en la seguridad de tu cama, con tu propio techo conocido, tan cierto como los pensamientos que recorren celéricamente por tu cabeza, el bien y el mal, en conclusión, lo que hiciste y no debiste.

Por no decir más, terminarás caminando solo por la vereda gris y mirando tus propios pies. Te felicitas a ti mismo, te creaste otro mundo. Ahora aprende a vivir con ello.

viernes, 15 de octubre de 2010

Notas: VI

Las llamadas son constantes, al igual las palabras que empleamos. Las mismas palabras, una y otra vez. Esto conlleva a cierta corriente que nos arrastra de la misma manera, sólo Dios sabe si eso es bueno o es malo. Pero a fin de cuentas, lo mucho que se abarca, lo poco que se aprieta, y esta situación no es para caer en un análisis meticuloso acerca de la proximidad de dos personas, menos si es alguien que supuestamente te gusta, no?

Es el hecho de llegar a tu casa y echarte en tu cama. Mirar el techo y crear tu propia retrospectiva de las miles de cosas que dijiste/hiciste, es más, las infinitas palabras que pudiste decir, más que todo. El convertir tu Universo en una fortaleza impenetrable de sentimientos encontrados, donde sólo aquella persona tiene la fortuna y dicha de traspasar.

Pero...qué más podría hacer uno, si bien siente que los hechos y las ideas por venir no son suficientes, cuando sabes que el límite se aproxima, cuando uno reconoce la cara de lo terminal, la celeridad con la que ocurren las cosas es increíble, hasta tal punto de no saber qué más hacer y caer en cierta desesperación. Todo conlleva a un caos insuperable, y si se podría decir, inevitable.

Las palabras están servidas en bandeja, lo único que se espera es que lleguen a su destino, en todo caso, la receptora de todo este embrollo mundano pero interesante...por no decir, intrigante.

miércoles, 13 de octubre de 2010

"Nunca Encontrarás Amor En Barranco"

Supongo que este año ha sido elegido por el Cosmos, y por mi propio Universo, como el año indicado para las jodas amorosas tanto de amistades mías como de personas ajenas se trata. Está bien, soy una persona que le encanta escuchar y supongo que mi nivel de paciencia llega a veces a porcentajes catastróficos sin tener algún tipo de ataque o reacción alguna, asi que digamos que algunos amigos tienen la "tendencia" a acudir hacia mí cuando ha ocurrido algún problema. He perdido la cuenta, sinceramente la he perdido, aunque también influye bastante que el ser distraído ocupa gran parte de mi personalidad, pero no puedo hacer nada al respecto. Y muchos lo saben.

Les podría comentar un caso en específico, y no sé si deba mencionar nombres, pero digamos que un aura de respeto me cubre misma cobija literaria, asi que inventaré algunos y jugaré con otros, asi todos salimos ganando -si es que se gana algo en todo esto- al final.

Podría empezar con Lorena, amiga de aquellas que hacen distinguir su presencia desde el quinto piso de la facultad y yo escondido en las profundidades de la rotonda, cuyo parecido a una cueva en alguna isla del rur limeño no sería del todo descabellado.

Lo que ocurre con ella es que tiene la mala costumbre de hacerse un mundo por el problema más pequeño que aparece en su animosa vida. No entiendo y nunca lo entenderé, pero creo que le gusta vivir así. Supongo que lo podría etiquetar como cierto "fetiche", pero no creo que sea para tanto. Sin rodeos, iré al grano. Todo comenzó a las 11:25 am. un jueves, yo saliendo de una clase un tanto aburrida, decidí salir del edificio de la facultad hacia la rotonda -mi lugar favorito- y fumarme un cigarro mientras veo a una muchedumbre corriendo por un lado, otros caminando como si la paciencia fuese un regalo divino en estas épocas.

Lorena se me acerca con mucha rapidez de la nada y me dice que necesita hablar conmigo urgente. Obviamente lo primero que se me vino a la cabeza era "me agarraron de Dr. Corazón de nuevo", mientras pongo mi clásica cara de pocos amigos. Me agarra el brazo con mucha fuerza y hace desaparecer mi cigarro. Me hace sentar en una banca y su rostro no era para bromear, asi que me dediqué a escucharla.

-No sabes lo que ha pasado.
-Ten por seguro que no lo sé.
-Harumi está molesta conmigo. Se enteró de todo, no lo puedo creer. Creía que Antonio no iba a mencionar ninguna palabra. Por la puta madre, lo odio. Se cagó conmigo.
-Primero tienes que decirme qué ha ocurrido para ayudarte.
-Antonio es un amigo mío, que por cosas del destino es el ex-enamorado de Harumi de hace más de cuatro años. Estamos saliendo desde hace dos semanas y puedo decirte que es uno de los chicos más divertidos y sutiles que haya conocido en mi vida.
-Ok, supongo que el problema acá es que es el ex de Harumi, no?
-Sí, tú sabes, es una de mis mejores amigas de la universidad. Pero me ha estado evitando hasta en el Taller, no quiere hablar conmigo. Sus celos están cagando nuestra amistad.
-Pero vamos al hecho de que es su ex de hace más de cuatro años. No tiene sentido actuar de esa manera, a menos que aún sienta algo por él, cosa que a mi parecer debe ser la razón. Si tanto te jode, entonces habla con ella. Sencillo, no te parece?
-Lo sé, pero ahora Antonio me mandó una indirecta. Quiere que sea su novia, pero no puedo decirle sí hasta que sienta que es el momento indicado.
-¿Y cuándo es el momento indicado para ti? No trates de crear un melodrama de todo esto. Dime algo, lo conoces bien?
-Sí.
-¿Te gusta?
-Ya te dije que sí.
-Ahí tienes tu respuesta entonces. No te engañes, tapar el sol con un dedo es imposible, asi que si sientes que es lo correcto, hazlo. Harumi actua de esa manera por meros celos. Pero habla con ella primero y dile las cosas como son, estoy seguro de que entenderá. Si vamos al caso de que ella aún siente algo por él, entonces dile que haga lo que sienta, que se saque de su sistema. No dejes que algo como eso arruine tu amistad con ella. Esto tampoco es como para cagarse y morir, asi que creo que harás lo correcto.

Ja, lo correcto. ¿Qué es lo correcto? Ni siquiera yo puedo creerme esas palabras. Todo ese tema maldito que ronda en mi cabeza hace que me ponga a pensar en otras, en mi situación, en mi disposición a una relación. Espero no volver a escuchar una historia así en un buen tiempo, ya que ahora lo veo todo con cierto pesimismo y amargura. Veo el cielo y sol desapareció por completo. Siento que el clima escuchó mis alaridos de baja calibre y me hizo el favor de darme algo de oscuridad a este ambiente tan denso como el de mis palabras en este preciso momento.

Mientras camino las últimas dos cuadras para llegar a mi casa, aún puedo ver en mi mente cómo Lorena me fulmina con una mirada tan fría como aquella tarde donde desapareció el sol. Después no paré de odiar ese día con todo mi ser. Me hacía pensar demasiado, interconectaba una razón con otra y mi cabeza era un bombardeo masivo de historias y hechos del pasado que me carcomían hasta caer en cierta desesperación que sólo podía borrarla con alcohol, cigarros y una que otra canción. No entendía nada, no entendía el por qué me sentía así, tan angustiado y molesto. Posiblemente me tomé de a pecho su situación, quién sabe. Ahora sólo me importa el terminar de ver el techo de mi cuarto y descansar, posiblemente en mis sueños meditar.

(...)

martes, 12 de octubre de 2010

(Miguel, entiende la realidad)

Es dificil sentir algo verdadero
y ser sabio al respecto,
es dificil mantener vigente
las ideas trazantes de la mente.

El escabullirse entre el lodo artificial
de lo insuficiente para mis ojos,
como aquel libro de las futuras falacias
determinadas por hombres que sólo
saben resaltar el por qué
y no mencionar el así es.

Es la insuficiencia de nuestra capacidad
lo que me acongoja,
la constante preocupación de millones
y millones de partículas sin coherencia alguna
hacia el lejano y tiránico trono
que hace mención al más poderoso.

El no entender tu política de absurdismo,
bajar el dedo al mancebo derrotado
por las tierras que él mismo trabaja
y oler su sangre, su estado paupérrimo
como las grandes venidas del próximo
con la hoz y el martillo.

Es como tratar de entender
y no sentir,
vale más demostrar y querer
que persuadir y no argumentar,
pues, mi amigo, estas épocas demuestran todo aquello
y lo peor se avecina
como el primer cuervo que se posa en tu hombro,
como el centenar que se avecina mismo batallón Espartano,
no harás otra cosa que lamentar.
Y yo, a tu costado, y ellos, a nuestros costados,
no haremos otra cosa, que llorar.

lunes, 11 de octubre de 2010



Deerhunter - Revival

El vocalista Bradford Cox, cantautor principal del grupo, rompe los esquemas de cualquier tipo de exoesqueleto arcaico y clásico de la música pop contemporánea hacia algo extravagante pero sencillo, brusco pero sin eliminar su clásico esquema de "punk ambiental".



Deerhunter - Agoraphobia

sábado, 9 de octubre de 2010

Sin Título I

Entre las calles Belvedelle y Ustoría pude ver a dos personas besándose de lo más apasionadamente posible, algo no muy grato para mí, ya que salgo de la casa con el pecho destrozado, mismo choque descomunal de sentimientos que bajaron desde mi cerebro hacia mi corazón. Pero desgraciadamente tengo que seguir caminando si es que quiero llegar a mi guarida de concreto para pensar en lo que acabo de hacer, claro, luego llorar.

Hace mucho frío para ser primavera, es extraño, y el no ver muchos carros postmodernos y carentes de seguridad ecológica me preocupa también. Pero bueno, estoy en Torrealva, ya nada me sorprende en este distrito carcomido por las masas indecentes que carecen de sentido común y les sobra mucho tiempo libre. Asi que sigo caminando hacia mi guarida -odio decir casa porque yo tuve una y la dejé hace mucho tiempo, haciendo referencia a mi familia- y poder acobijarme hasta obtener algo de sueño placentero junto con algunas lágrimas de amor abrupto y de frío coraje.

Al llegar, todo sigue como lo dejé hace unas cuantas horas, sucio, desprolijo, que le daría pena hasta el más andrajoso y mugriento vagabundo de la calle Novoa, conocida por sus bares paupérrimos y burdeles de la época del Rey Bizancio.

Me preparo un café, me siento en mi escritorio y al momento de prender la luz de mi lámpara lo primero que ilumina con celeridad es su rostro. Es una foto muy antigua de Cristina, demasiado antigua como para tenerla enmarcada y puesta solitariamente en mi lugar de trabajo. Recuerdo muy bien el día que ella me dio esa foto, pues yo la vi en su sala cuando vivía con sus papás hace varios años en Puerto Viejo, Callao.
Nunca me imaginé que llegaría a conocer a una chica de ese nivel de aristocracia mundana y poderosa, de padres exitosos -ambos economistas reconocidos mundialmente- y de muy buena educación universitaria. Claro, la Católica siempre fue demasiado buena para mí, tenía cierta preferencia por lo nacional, el encontrarme con caras que equivalen a un Perú. Pero bueno, siento que me salgo del tema y estoy yéndome por las ramas, como diría una amiga mía.

Al recordar todo eso, veo mis papeles con ciertas ideas escritas y apuntes dispersadas por toda la mesa. A veces me dan náuseas mi propio desorden, es espantoso, hasta da lástima, pero así pude vivir por 5 años estudiando Arquitectura y Urbanismo, y supongo que seguiré viviendo así hasta el fin de mis tiempos.

Así es, soy arquitecto de oficio, pero decidí probar otras cosas y ver la vida de una manera distinta, no tan tradicional y un poco más aventurera, como un niño cuando recibe su primer juego de Química. Pasé por las artes plásticas, periodismo, proyectos urbanísticos, hasta casi llego a fundar, con dos amigos, un estudio de diseño. Todo eso a una corta edad de 25 años. Ahora tengo 26, cumplí en Junio, y debo decir que no soy un fracaso para nada, eso no ha ocurrido en mi vida, seguramente como en otros relatos que empiezan con cierta denotación hacia la vida y las malas épocas que hicieron de uno un completo perdedor. Asi que sáquense de la cabeza esa idea, hasta les puedo decir que gano muy bien haciendo esos trabajos.

Siento que ya he contado bastante, volvamos a lo que supuestamente les interesa, y si no les interesa, no puedo hacer nada al respecto, sigan con sus vidas. Les contaré la razón por la que salí de aquella casa con ganas de recibir el relámpago más estruendoso y destructivo que ni el mismo Zeus inexistente podría crear.

Cristina y yo, Abel, hemos sido pareja por más de 5 años. Nos conocimos en la Facultad cuando recién habíamos ingresado, pero recién después de un año, logramos entablar una conversación amena y no tan forzada hacia la carrera. Entre gustos y colores, risas y sabores, caímos en una escena digna del Romanticismo más intrépido y jamás relatado por un ser humano, algo que me hacía sentir bien, sobre todo cuando estaba con ella. Era una comodidad tan inexplicable como el conteo de las galaxias cercanas o las lunas de Júpiter en sus recientes investigaciones. Era mi persona favorita, el bombeo celérico que mi corazón propagaba era descomunal cuando hacíamos el amor en la casa de mis padres. Su cabello rubio, lacio, y esa pequeña boca que emanaba las más dulces tertulias del planeta sólo eran el aperitivo de su persona.

...continuará

Vamos de paseo, en un auto que vuela



Passion Pit - Smile Upon Me

Son los días, las horas
el tiempo en forma de mano
y los dedos que dictan
el vacío por aparecer.

viernes, 8 de octubre de 2010

Esas bromas que matan...



Killing Joke - Darkness Before Dawn

Viernes de despertar y mirar



Belle & Sebastian - Get Me Away From Here, I'm Dying

-Viernes de despertar
y respirar, mirar
la luz brillante desde mi ventana
que puedo ver al parpadear.

Notas: V

Este año pude ver cómo se formó una puerta dimensional en mi propio universo, tan grande y oscuro como el futuro mismo de una persona.
Pues sí, yo creo que todos poseemos un universo personal y único, debido a que la vida nos presenta muchas escenas borrosas y ténues que sólo vivíendolas, valga la redundancia, podemos disipar lo que ocurre en nuestra realidad y reconocer lo irreconocible en un principio, empezando por los sentimientos.

Los sentimientos pueden variar dependiendo de la edad, situaciones, personas, etc.
Bien podría empezar yo, en mi caso, con el amor. Un sentimiento tan abrupto y dificil de conciliar (por no decir dificil de entender) que recién este año he podido conocer al menos algo de lo que se trata. Toda esa maraña de situaciones que se mezclan en mi cabeza, como un bombardeo revolucionario.

Pues menciono que con ella sí existe algo, al menos algo...
Que hizo que cierta puerta de mi universo se abriese a tal punto de mostrarme algo nuevo, posiblemente. ¿Quién sabe?
O en todo caso, lo unico bueno que podría sacar de toda esta experiencia es que al menos tengo la supuesta facultad de poder sentir algo así, y llegar a algo con esa persona, Dios sabe hacia donde o hasta cuando. A fin de cuentas, uno no cuenta los días, los meses, los años, etc. Simplemente se vive, los obstáculos aparecen en el camino, es tú problema si deseas saltarlos o no.

A lo que voy es que, bien sea este sentimiento algo complementario en todo ser humano para decir "estoy viviendo", necesariamente habrá algún impedimento si es que se quiere mantener algo constante, algo fijo. En el amor, es complicado.

...He ahí el punto de ebullición del problema. Es como abrir la caja de Pandora de los sentimientos más recónditos y malditos que pueden llenar hasta el alma más pura, en un completo caos rojizo y lúgubre hecho hombre.

Sólo espero que algún día lo entienda.

jueves, 7 de octubre de 2010

Mario Vargas Llosa

Felicidades, señor Mario Vargas Llosa, este pequeño espacio en mi blog es para usted (obviamente no lo leerá) y espero que gracias a este premio destacable para cualquier latinoamericano incursionado en la literatura, haga denotar lo mucho que puede dar un peruano al mundo.

Recibió este grandioso premio por: «su cartografía de las estructuras del poder y sus imágenes mordaces de la resistencia del individuo, su rebelión y su derrota».

Bueno, debo ser sincero, no conozco mucho a este escritor, pero debido a este galardón, hizo tragarme mis palabras acerca de sus obras y desde este momento miraré con otros ojos lo que este señor le puede dar al lector, en cualquier sentido en general.

Una buena amiga me habla mucho de él, ya que es su modelo a seguir, y siempre me ha recomendado varios libros suyos. Supongo que esta vez le haré caso, con buena fe.

Tiene un sabor amargo esta entrada, para mí, debido a que recién reconozco su desempeño en la literatura española.

Bueno, ya recibí mi castigo...suficiente diría yo.



New Order - Bizarre Love Triangle (Live)

Para que baile un poco el tio pe, que afloje el esqueleto.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Pete Doherty



Tell The King

Mundano, pero extravagante



Mumford & Sons - Little Lion Man



Laura Marling - Rambling Man

"My sons will live just to grow old" ...
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La nueva escena Folk de Londres, con este grupo que está rompiendo el piso con su primer disco, magistral.

Luego, Laura Marling, considerada a sus 20 años, una de las cantautores más interesantes y poéticas del momento.

Disfruten.

lunes, 4 de octubre de 2010

Blanco y Negro





Un Café Saliendo de Roissy (II)

No lo creí posible, era inaudito para mí. Recuerdo haberme acercado a mi mamá después y decirle a pulmón de batallón que me gustaba el libro y me gustaba leer. Ella no podía responder, supongo que nunca me había visto así en su vida.

- Qué bueno que te haya gustado el libro hijito, eres muy inteligente para tu edad, porque puedes leer cosas que me imagino que algunos amigos tuyos no pueden.
- No sé, me imagino, pero sólo sé que me gustó mucho este libro. Me gustaría conseguir más.
- Claro, es tu cumpleaños, podemos darte otros libros si deseas. Pero mejor vamos mañana a la librería, ya se está haciendo tarde. Juega con Marco en su cuarto, debe estar muy solo y aburrido.

Sinceramente no me sentía de ánimos para jugar con Marco, mi hermano menor. Él andaba en su mundo, lleno de carritos y dibujos con un nivel de estupidez muy alto, pero es algo entendible para alguien de su edad, claro. Así que decidí entrar al cuarto de Alonso, el mayor.

No puedo dejar de pensar en Blanca, ajá, ella misma. Mi poeta señora y dueña de mis primeros pensamientos como un futuro escritor. Eso me lo planteo de una edad muy temprana. Siento que ahora no existe nada, este universo que aparece a mi alrededor. Tenía sueño y mi programa favorito había empezado.

Pues ahora limpio el espejo de mi baño y veo mi rostro afeitado, benditos mis 22 años. Tenía mi maleta lista (pequeña por cierto) y algunas revistas para leerlas en el avión. Mi pasaje a Francia costó mucho, pero me importó poco, tan poco como el último saludo que le di a mi madre a horas contadas de estar en el Lobby. Sigo sin entender el verdadero significado de mi nuevo rumbo, dejar todo por algo tan arcaico y burdo como lo es una vida bohemia en una zona desconocida en París, ja...mi ego a veces hasta logra separarse de mí como un clon y actúa de maneras muy tontas al parecer.

Llego al Aeropuerto Roissy y sólo pienso en sacar el poco dinero de mi bolsillo para comprarme un café caliente y estar en el pavimento para encender un cigarro. Estaba en París y empiezo a reírme por dentro, tú sabes, como cuando se activa ese sensor de nerviosismo/intriga por algo nuevo en tu vida que está ocurriendo en ese preciso momento.

Entre copos de nieve y una que otra resbalada por mis zapatos corrientes e inservibles para este clima, logro llegar a un café. Se veía algo pobre y sin muchas personas, pero o era eso, o un té de mierda del grifo de al costado.

Me siento y me pido uno bien cargado. Mi francés sacó lustre de a reyes, en mi humilde opinión. Es lindo cuando lo atienden rápido a uno y te sirven con una sonrisa, pues es contagioso y algo iluminador, sobre todo después de un viaje muy agotador.

Pero veo a mi alrededor, y sólo hay tiendas y consumismo, Gucci y Snacks, la nieve se disipa y puedo observar lo que existe en todo el mundo, en cualquier ciudad. Me corrompió el arrepentimiento, la disonancia gris que había en mi capital de nacimiento. Extrañaba a mi familia, jode que te jode la nostalgia. Había un rio cercano y empecé a tirar piedras de la manera más despiadada/tranquila posible. Algo que puedo rescatar de toda mi experiencia fue eso.

Llegué al punto de maldecir a Blanca por todo el día.

Odié cuando supe que mi cuarto olía a orín y había un pequeño hueco cerca a la cama. Se veía demasiado sospechoso como para investigarlo en ese momento.






Continuará.

Un Café Saliendo de Roissy (I)

Es raro llegar a ese lugar que uno tanto ha deseado estar, ese sitio supuestamente perfecto al costado del lago, o cerca al bosque, posiblemente ambas. Tiene significado si es que sacamos totalmente de lado a la burguesía urbanística y pseudobohemia libertina de Miraflores, o los grandes lujos de cebada y alcohol en general como lo tiene Barranco en ciertas noches de lujuria y algo de risas, jolgorio incluido, claro está.

Miro las pocas piedras que tengo en mi mano, siento que contarlas no tiene sentido, como nada en la vida se cuenta, ni los hechos más importantes que uno llega a recordar son contadas, los números no son parte de nuestro subconsciente. Pues empiezo a tirarlas de a pocos, y es divertido no conseguir el efecto de hacerlas rebotar cuando caen al agua. Me divierto, no hay nadie, sólo yo y esta casaca verde que Él sabrá cuándo o cómo la conseguí. No me importa, por ahora no me importa nada.

He terminado todo lo que tenía que hacer, he logrado lo suficiente pero la mediocridad es parte de esta sociedad, mugroso sea el conformismo, como la peste que matan cientos de miles de personas, como ver a mi familia muerta pero en alma por caer en la rutina aparentosa de obtener una vida supuestamente acobijada. El dinero no lo es todo, si es que el papel es una necesidad primordial en tus quehaceres mundanos. Reirás, seguramente. Pero siento que esto no puede empezar acá, oh no, no esta vez.

Basta del floro capitalino, basta del cuchicheo visual. Eduardo me puso mis padres, aunque Lalo va con mi propio criollismo limeño y es la chapa que más suena en mi barrio de San Borja. Pues mi interés por las letras empezó desde que mi abuela Elizabeth me regaló por mi 7mo cumpleaños un librito polvoriento y de letras carcomidas, algo misio por parte de una abuela que vive en La Encalada y se limpia el culo con papel higiénico proveniente del puto Marruecos.

Pero en fin, vi que era un compilatorio de poemas de Blanca Varela, una poeta peruana trascendental en la literatura contemporánea y una periodista muy reconocida. Yo obviamente no sabía un carajo sobre ella, o bien lo que era la poesía en sí, pero no me importó. La intriga comenzó por mi gran interés por los detalles del libro. Me gustaba el olor a viejo, las letras difusas en algunas hojas y hasta la editorial misma. Fue como salir al parque, ver el cielo completamente celeste y el sol cegándote por placer pero divino a la vez. Yo tenía 7 años, por segunda vez, con las justas ya había aprendido a leer en kindergarten, pero todo eso lo entendía, se me grababa en mi subconsciente, hasta me imaginaba yo sentado al borde de un río, completamente solo y aturdido, pero amado a la vez y con ganas de tirar muchas piedras. Luego sentía cómo una ira me llenaba por dentro, como un volcán filipino apunto de crear una masacre a larga escala. No lo entendía, me sentía ofuscado por cómo podía ver la vida desde una perspectiva distinta, el sabor aparte de las palabras de Blanca me hacían entender otras cosas, podía entender su amargura, su dolor, su angustia, y podría decir que esos no son sentimientos encontrados, menos para un ácaro de 7 años, por tercera vez.

domingo, 3 de octubre de 2010

El Pato



Caetano Veloso & Joao Gilberto - O Pato

Bossa Nova, para quien sea que visite este blog.

(En años)

Mi edad no dice nada,
dice poco,
para los espectros de infinita hambre
menos,
para los autores de los ríos rojos urbanos,
nunca.

Sólo espero que lleguen los cuervos
y se acoplen en mi cuerpo
a manera de festín prohibido y satírico,
pues valgo nada para ellos,
poco, por mi edad.
Menos por mis versos.

En unos años valdré,
algo
sea mucho o poco.
Los cuervos van y vienen,
no necesitan de mi juventud, mi triste elocuencia.
Ellos quieren sangre fresca y frágil,
la caja boba
del hombre moderno de las cavernas,
cavernas de concreto
y mentalidades absurdistas.

Vulgaridades aladas,
mandadas por criminales de los vientos
bañados en oro,
los jinetes de la ignorancia
me preparan con una lágrima
en cada mejilla.
La impotencia de no caer y caminar,
sino
caer y no encontrar piso alguno.

Qué tengo que esperar?
dime tú
terreno maldito de pies
y manos,
huellas en la bahía del caos,
tan blancas como las plagas
tan muertas como mi alma,
alma joven.
Qué tengo que decir?
ah?
me dirás?
Plebeyo, que la pena que emanas
por tus manos con sangre
y el caballo relichante
sólo son parte de mi historia por continuar.

Me veo, y lloro
me siento, y tiemblo
por seguir acá
y no sentir el viento,
prefiero secarme las lágrimas
y alzar mi propio vuelo.

Nunca hay un final

Espero que todo salga bien...
al final.

sábado, 2 de octubre de 2010

Mi Camino Hacia La Luz

Yo soy como un esclavo entre las masas,
yo miro desde la fosa enladrillada
recuerdo bien nuestras miradas,
seamos diferentes a esa manada.

Las horas carcomen mis manos,
yo solo siento que he vivido
y solo me queda la soledad.

Pero qué pido sino sólo una sombra
algo que me acompañe hasta el final.

Mi camino hacia la luz,
mi camino hacia la luz.

Ahora todos mueren a mis costados,
los pasados se vuelven historia, todo es real.
Y si nuestros gritos fuesen plasmados,
tu vida en la mía es vital.

Mi camino hacia la luz,
mi camino hacia la luz.

Este camino gris se ha vuelto estrecho,
todo se asimila y todo es real.
"Mi boca y tu boca son una sola", he dicho
todo lo demás es banal.

Mi camino hacia la luz,
mi camino hacia la luz.

Mi camino hacia la luz,
mi camino hacia la luz.