martes, 12 de octubre de 2010

(Miguel, entiende la realidad)

Es dificil sentir algo verdadero
y ser sabio al respecto,
es dificil mantener vigente
las ideas trazantes de la mente.

El escabullirse entre el lodo artificial
de lo insuficiente para mis ojos,
como aquel libro de las futuras falacias
determinadas por hombres que sólo
saben resaltar el por qué
y no mencionar el así es.

Es la insuficiencia de nuestra capacidad
lo que me acongoja,
la constante preocupación de millones
y millones de partículas sin coherencia alguna
hacia el lejano y tiránico trono
que hace mención al más poderoso.

El no entender tu política de absurdismo,
bajar el dedo al mancebo derrotado
por las tierras que él mismo trabaja
y oler su sangre, su estado paupérrimo
como las grandes venidas del próximo
con la hoz y el martillo.

Es como tratar de entender
y no sentir,
vale más demostrar y querer
que persuadir y no argumentar,
pues, mi amigo, estas épocas demuestran todo aquello
y lo peor se avecina
como el primer cuervo que se posa en tu hombro,
como el centenar que se avecina mismo batallón Espartano,
no harás otra cosa que lamentar.
Y yo, a tu costado, y ellos, a nuestros costados,
no haremos otra cosa, que llorar.

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