miércoles, 20 de octubre de 2010

Notas: VII (Final)

Se alza el cielo de puro tormento e injusticias,
como el último viaje al centro del Sol.
Caí en el estanque oscuro creado por Caos,
la problemática usual de mis palabras.

Mi facilidad de romper barreras ajenas, lo he vivido
y asumo mi responsabilidad. Fue mi culpa.
Abrí la puerta desconocida y recibí un destello
mismo fragmento condenado a no querer escuchar más.

Que las tertulias, las palabras, las oraciones
del maldito creador, vengativo pensador
las vastas llanuras envueltas en llamas por tu traición.
La piedad no recurre como la sangre por en las venas.

Sólo emano energías para recibir mis alas,
rezo para que pesen como el plomo, agraciadas
del color más tenue posible y sólo alcanzar
la mañana siguiente por vivir, por condena infinita.

¿La vida misma qué me ha enseñado?
Son pocos los años que tengo para aclarar las dudas,
prefiero alzar la mano y coger no el cielo, sino la verdad.
Pues la verdad quemará como el infinito del alma.

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