sábado, 4 de septiembre de 2010

El Frío del Castigo

Un día como hoy es donde los truenos rebazan mis nervios,
el canto interno, el soplido enfermizo
todo por sentir el frío del castigo.
Además del choque de fuerzas malditas, las pestes
sociales, mi turbulenta y movida vida
la causa de todo, mi irresponsabilidad.

La guillotina cae al son del harpa,
ni lágrimas sueltan los más queridos,
ni carcajadas los más detestables,
sólo yo suspiro lo ya previsto.

Lo bueno viene de a pocos,
lástima que lo grande acaba rápido,
así vi la vida
después
del frío del castigo.

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