miércoles, 15 de septiembre de 2010

Suerte

Prefiero buscar en las profundidades del océano
más sangriento y abrupto
los pensamientos vueltos cenizas del ser humano irracional
y frío
que
indagar las ideas más recónditas y aterradoras
que existen en tu cabeza.

Basta un juego de miradas y cierta energía
magnetismo
choque de auras,
lo frágil viene al roce
el famoso roce de labios
la condena máxima a la inseguridad
la soledad
mi caso, era de esperarse
es la verdad.

Sólo espero llegar al océano,
esas ideas esperan por mí
mi condena está al horizonte
los vientos han dado el último canto.

Sólo tú darás el veredicto
por haber jugado con tus labios.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

crees en la posibilidad de enamorarte sin conocer?

Diego R. Neyra-Ruiz dijo...

Creo en la posibilidad de enamorarme, conociendo en lo que me estoy metiendo.

A veces uno no sabe nisiquiera si esa persona es la indicada después del "hola". Es todo un proceso, y el punto de ebullición aparece cuando la/lo conoces a fondo.

No sé si me dejo entender...

Anónimo dijo...

Creo en la posibilidad de enamorarme..conociendo o no en lo que me estoy metiendo..
Me sucede el caso de no conoce;
con tan solo una mirada de reojo y cambió todo.
Puedo conocer mucho o poco, a pesar de que jamás pronuncié palabra alguna con esa persona
es muy crispante

Diego R. Neyra-Ruiz dijo...

Y eso lo hace más emocionante. Siempre es así. Por eso vale la pena crearse tanto embrollo al final.

Anónimo dijo...

Crees qué debería establecer pretexto alguno para entablar una conversación con esa persona.

Diego R. Neyra-Ruiz dijo...

Claro. Por qué no? Qué es lo peor que podría pasar? :)

Anónimo dijo...

Que me cague?

Diego R. Neyra-Ruiz dijo...

Quién sabe?...
El pesimismo, por las huevas al final.
De nada ayuda.