Que suelten los malandros,
que los suelten
vasos llenos de cerveza
la discordia y el rock,
la poesía y el borracho
la pistola cuya bala
viaja a distancias cantadas
uno mira como baila,
sin sentir el deseo de cantar
las peleas y el mal vivir
Maudit, yo, es un decir
cómo vivir siempre así
si lo único que me espera
es la tragedia y sufrir.
Bievenidos sean, abran esas puertas
toquen el timbre del libertinaje
todo cuesta pero fácil es
el papel ya no es papel
el alcohol ya no es alcohol,
nada es lo que antes era
toda dicha y discordia
sigue igual, las penas de mi andar
vale decir que no sé cantar
menos aún puedo aullar
el trago y la bohemia del hoy
se ganan con lágrimas en mi rostro
y no sentir el apoyo celestial
o una palmada en la espalda y divina comedia
el pozo es más grande y profundo.
Bienvenidos al siglo XI, malditos sean
los que me obligan a pagar
la deuda del ayer
con trabajos del esclavo moderno
el subempleado de la máquina eléctrica
ahora mis manos no sirven tanto
sino sólo para ahogar mis penas
el vago rastro de sangre
corre por mis venas.
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