domingo, 21 de noviembre de 2010

(Tómalo, es tuyo)

Yo creo en el ser humano como una jaula, una caja vasta y llena de energía putrefacta desde el nacimiento hasta la muerte. A menos que,
uno decida hacer lo que siempre quiso hacer toda su vida
ser feliz,
la jaula explota, la energía se vuelve perpetua,
se crea un Universo.
Las lágrimas de felicidad se expanden en el vacío,
brillan, estrellas.
Las ideas ahora toman forma, lo inexplicable se vuelve tangible.
Los planetas, nosotros, humanos, somos las ramas de las neuronas creadas por nuestras ideas.
Siento que así comenzó todo.
El Big Bang de nuestra existencia.

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