miércoles, 17 de noviembre de 2010

(Sin título)

Creo en la luz que no me detiene,
mi móvil espiritual es tu mano, tu rostro o tus labios.
Creo en la gama natural de colores básicos
que en mi vida has creado, menciono que eres todo
lo que me entretiene.

La primera parada fallida del exhausto hombre trotador,
del vasto horizonte gris cuya luz quiso alcanzar
mas no apropiar, sólo experimentar
la musa cuya mentira se hizo fatal.

Ahora la pérdida orgánica que en mi sistema florece,
ahora el vacío no es mi relleno sino mi universo
prefiero la mentira vestida de blanco
que un puñal disfrazado de flor.

No hay comentarios: