martes, 15 de septiembre de 2009

Que ella se aproxime, no hacia mi persona, sino hacia mis brazos.

Colores.

Nunca los he apreciado en cierta manera, ni cuando pintaba.
Los dibujos inconscientes que mi mano se guiaba por
pensamientos abstractos terminaban en un papel blanco, pero
en el fondo, trazos grises o negros.

Yo pensaba que el agregarle el color, daría viveza y un toque
de sofisticación a lo que hacía. Pero, en ciertos aspectos,
me gusta el blanco y negro.
Va con quien soy, pero nunca dudo en lo que es verdaderamente
hermoso a la vista sin que haya una pisca de color.

No sé...todo es muy gris últimamente. Pero, no en referencia a lo
emocional, ya que no estoy triste.
Como dije en mi analogía anterior, no uso como punto de referencia
los colores.





Pero a veces envidio a este sujeto...

Sé que la envidia es mala, pero...un poco de algo nunca mata.
Sea lo malo que sea.

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