jueves, 13 de mayo de 2010

El Último

Pasajero que perdió su vuelo
de montaña a montaña
mi señal
la perdí.
Ni en los suelos más parcos,
menos en aquellas profundidades,
nunca.
El camino vasto,
qué alma vendría.
Ni almas me rodean.
El cielo se cae,
es el sonido de mi cuerpo,
quebrándose,
perdí el tiempo
que nunca estuvo en mi
ni la razón
ni la razón
sólo la dicha.
Dicha de perder
más
pues más viene
menos queda.


- un par más...fácil.

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